La Internet of Things es una de las grandes promesas de la industria móvil para los próximos años. Se trata de la infraestructura que permitirá conectar a todo tipo de dispositivos, tan variados como electrodomésticos, automóviles, y maquinaria industrial, a Internet, con el objetivo de automatizar muchas de sus funciones, y de expandir sus capacidades. Montada fundamentalmente sobre redes móviles, y aprovechando nuevos chips de baja potencia diseñados por Qualcomm, Intel, y otros fabricantes, esta tecnología es una de las grandes apuestas para una enorme variedad de industrias. Entre ellas se encuentra una que, desde hace décadas, no vinculamos a la innovación. Se trata de la industria de la indumentaria y la moda.
Como protagonista principal de la primera revolución industrial, no debería extrañar que la textil sea, una vez más, una de las industrias con mayor potencial de transformación gracias a los nuevos avances tecnológicos. Esta vez, sin embargo, no serán sus procesos de fabricación, ni la capacidad de desarrollar un mercado masivo y global lo que hará de la indumentaria una protagonista del cambio. Esta vez, el motivo estará más vinculado con la cantidad de funcionalidades extras que se pueden incorporar en prendas tan sencillas como pantalones, camisas y camperas, y que permitirán sumar seguridad, productividad, y hasta bienestar a nuestras vidas.
A continuación veremos qué desarrollos en materia de ropa inteligente están comenzando a darle forma a esta industria:
SALUD Y BIENESTAR
Así como ocurrió como los wereables, es decir los dispositivos que se llevan como un accesorio en el cuerpo, uno de los primeros usos que tendrá la ropa inteligente tiene que ver con el monitoreo de la condición física de los usuarios durante sus rutinas deportivas. Así, una remera inteligente, podrá medir la cantidad de latidos por minuto de un corredor, distancia recorrida, intensidad del movimiento, calorías quemadas, y estrés físico en general, y luego compartir los datos a través de una aplicación móvil. A diferencia de los relojes y las pulseras inteligentes, sin embargo, la ropa cuenta con la ventaja de entrar en contacto con una mayor cantidad de superficie del cuerpo, lo que permitirá, por ejemplo, medir con precisión que músculos se están trabajando, y en qué proporción. En este sentido, existen startups como Athos Wear, que desarrollan indumentaria para atletas de alto rendimiento, que utilizan esta tecnología para monitorear una enorme cantidad de variables y ayudarlos a mejorar sus rutinas de entrenamiento.
La increíble capacidad de los sensores que pueden colocarse entre las fibras de la ropa permitirán, también, realizar una medición de distintos parámetros que permiten verificar el estado de salud de las personas, y de pacientes con todo tipo de condiciones, cuyo monitoreo puede ayudar en la detección y tratamiento de las mismas. Como ya hemos visto, los wereables y la Internet of Things, pueden ayudar a recolectar vastos volúmenes de información que luego pueden ser procesados por médicos e investigadores para detectar todo tipo de enfermedades, verificar el proceso de los tratamientos, y conocerlas más en profundidad.
SEGURIDAD Y RESCATE
Este es un campo donde la ropa inteligente puede hacer un gran aporte. Hace pocos días Korea Telecom, una de las principales operadoras en Corea del Sur, presentó una campera inteligente diseñada para montañistas, exploradores, y cualquiera que se aventure a una ubicación remota. Desarrollada en conjunto con Kolon Sport, una marca coreana de indumentaria y equipamiento para la vida al aire libre, esta prenda equipada con sensores capaces de detectar los movimientos de una persona que se encuentra en riesgo, y con dispositivos de comunicación capaces de transmitir una señal de alarma y la ubicación precisa del usuario en caso de desastre.
La campera, que incluso cuenta con balizas luminosas, y la capacidad de hacer sonar una alarma para ayudar a los rescatistas a detectar la ubicación exacta de la persona al momento del rescate, utiliza lo último en tecnología de Internet of Things para mantenerse conectada, incluso en regiones remotas alejadas de las redes celulares. Para ello utiliza un módulo de NB-IoT (Narrow Band – Internet of Things). Se trata de una nueva norma de banda estrecha de bajo poder y fácil propagación por grandes extensiones y lugares cerrados, recientemente adoptada como estándar internacional para este tipo de conexiones. La misma, permitirá conectar todo tipo de dispositivos a Internet a bajo costo, y cubriendo enormes distancias, lo que hará viable que prendas como esta campera puedan funcionar, incluso en la montaña. Y gracias a los bajos requerimientos energéticos de los tranceptores utilizados para conectarse a ese tipo de redes, la batería de los mismos puede durar hasta por diez años sin la necesidad de reemplazarla.
En el mismo sentido, la operadora coreana, ya había presentado un chaleco salvavidas con las mismas prestaciones que, en conjunto con una nueva serie de antenas desarrolladas en el país asiático capaces de extender las redes 4G LTE hasta 200km mar adentro, podrían resultar vitales para encontrar y rescatar a las víctimas de un naufragio apenas acontece el accidente.
RETAIL ONLINE
La siguiente función que algunos de los innovadores en el campo de la indumentaria inteligente han desarrollado es un poco más frívola que la anterior, pero igualmente útil. Se trata de la capacidad que tienen los sensores insertados en las fibras para realizar mediciones exactas de las proporciones del cuerpo de los usuarios.
Así, el startup LikeagLove desarrolló unas calzas inteligentes que detectan el tamaño exacto de las piernas de sus usuarios, y les permiten utilizar una app para encontrar y comparar ropa de su tamaño exacto en las principales tiendas online. De esa forma, sus creadores buscan evitarles a sus usuarios la incomoda experiencia de comprar ropa en Internet y descubrir, una vez que llega, que la misma no calza de la manera esperada.
Si bien puede parecer demasiada tecnología para solucionar un problema sencillo, esta aplicación también tiene otras ventajas, como la posibilidad de medir el progreso de las dietas y rutinas de ejercicio de los usuarios.
ROPA INTELIGENTE COMO INTERFAZ
Eventualmente, la ropa inteligente podría reemplazar a la pantalla del móvil, convirtiéndose en la principal interfaz con la que interactuamos en nuestra vida diaria. Al menos esta es la hipótesis con la que Google está llevando adelante su Project Jacquard, una iniciativa que busca desarrollar la tecnología que permita convertir a las telas y el mobiliario en superficies interactivas.
Utilizando hilos conductivos, que se pueden colocar entre los hilados de algodón, polyester, seda, o cualquier otro material, y circuitos que tienen el tamaño de un botón, esta tecnología permite que las telas detecten el movimiento de los dedos de sus usuarios, convirtiendo, por ejemplo, a una manga en un trackpad, en un botón para contestar y realizar llamados, o en un teclado, que puede ser conectado con un dispositivo móvil a través de Bluetooth u otra tecnología inalámbrica.
Y, aunque esto pueda parecer futurista, algunas prendas nacidas de este proyecto ya están en la calle. En mayo de 2016 Levi’s lanzó la Commuter x Jacquard by Google Trucker Jacket, una campera de jean diseñada para ciclistas que permite operar el smartphone desde la manga izquierda, permitiendo hacer swipe directamente sobre la tela para pasar de una canción a otra, para responder o colgar llamados, para activar la interfaz de voz y pedirle direcciones al teléfono, y mucho más. En 2017, la empresa abrirá el producto a los desarrolladores, de forma tal de generar nuevas funcionalidades y empezar a crear un verdadero ecosistema de aplicaciones capaces de actuar con la nueva ropa inteligente.
Al mismo tiempo, Google se dispuso a solucionar uno de los grandes problemas de este tipo de productos, que tiene que ver con la resistencia de la ropa inteligente al tipo de conductas que las personas tienen con sus prendas, como tirarlas sobre una silla, lavarlas en el lavarropas, o hasta secarlas con calor en un secarropas. La campera de Levi’s puede resistir todas estas cosas y, además, cuenta con una ventaja extra. Y es que, a pesar de ser un producto tecnológico, no tiene el aspecto de uno. Y eso es algo que, por mucho tiempo, los críticos de los avances en la industria de la indumentaria criticaban.
El que comencemos a adoptar más ropa inteligente dependerá de varios factores. Por un lado de la baja del precio de los sensores y las nuevas fibras. Por otro, del desarrollo de baterías que permitan utilizarlas por largos períodos sin necesidad de cargarlas. Pero también será fundamental que surjan funcionalidades que verdaderamente resuelvan problemas y justifiquen el desarrollo de esta tecnología.